Descubramos el porqué
Qué mejor manera que comenzar esta sección con la resolución de una de las mayores preguntas de la humanidad: «¿Por qué?».
En muchas ocasiones no podemos dar respuesta a dicha pregunta, pero sí podemos resolver cuáles son las diferencias entre porqué, porque, por qué y por que.
a) porqué
Es un sustantivo masculino que tiene como equivalencia los siguientes términos: razón, causa, o motivo.
Se escribe en una sola palabra y se acentúa en la e. Su uso, generalmente, va acompañado de un artículo masculino (el) u otro determinante, como un pronombre posesivo (mi, tu, su…).
Su forma en plural es: porqués.
- No logro comprender el porqué de tu enfado (=el motivo de tu enfado).
- Toda teoría tiene su porqué (=su causa o razón).
b) porque
Es una conjunción átona, por lo que no lleva tilde en la e, a diferencia del caso anterior.
Puede emplearse de dos maneras, cada una con un distinto significado. La más generalizada es la que se utiliza como conjunción causal para dar explicación o causalidad. Sus equivalentes son: puesto que o ya que.
- Llegué tarde a la reunión porque perdí el metro (=ya que/puesto que perdí el metro).
La segunda manera es la que se emplea como una conjunción final, aportando un significado de finalidad. Su equivalente es: para que.
- Puse todo de mi parte porque no se produjera un accidente (=para que no se produjera un accidente).
c) por qué
Es una estructura formada por la preposición por y el interrogativo o exclamativo qué (se acentúa al ser tónica).
Su utilización queda circunscrita a las oraciones interrogativas y exclamativas directas e indirectas.
- ¿Por qué no me has llamado? (interrogativa directa).
- No entiendo por qué no te gusta la verdura (interrogativa indirecta).
- ¡Por qué dificultades hemos atravesado estos meses!
d) por que
Puede emplearse de dos maneras diferentes:
La preposición por va acompañada del pronombre relativo que. Suele emplearse con un artículo (el, los, la, las) entre las dos palabras.
- La condecoración por (la) que fue galardonado se debe a su aportación al mundo de la literatura.
- No conoces el verdadero motivo por (el) que hice eso.
La segunda manera de utilización es la compuesta por la preposición por y la conjunción que, introductora de una oración subordinada.
- Los niños están ansiosos por que comience el espectáculo de circo.
- Ahora comprendía su entusiasmo por que le regalaran otro sello. ¡Tenía más de quinientos en su colección!